Un ingeniero de Google conocido como Jacob Devlin renunció a la compañía debido a que no consideró ético que Bard, el nuevo modelo de tecnología presentado por Google, copiara información de ChatGPT sin la autorización de OpenAI. Devlin afirma que Google extrajo datos de ChatGPT de un sitio web llamado ShareGPT para entrenar a Bard, lo que violaba los términos de servicio de OpenAI.
Las repercusiones tras ese plagio
ChatGPT es considerado el mejor chatbot de IA y ha sido desarrollado por OpenAI, mientras que Bard es el nuevo modelo de tecnología presentado por Google. Ante esta situación, Devlin ha buscado unirse a OpenAI después de renunciar a Google.
La empresa se ha posicionado como líder en el mercado de motores de búsqueda en todo el mundo, y ha generado la mayor parte de sus ingresos de la publicidad en línea. Además, ofrece una amplia gama de productos y servicios digitales, como búsquedas o publicidad en línea, además de servicios que tienen que ver con la nube y el software.
NEW: Prominent Google AI researcher resigned after warning Alphabet CEO Sundar Pichai and other senior execs that Bard—Google’s rival to ChatGPT—was *using data from ChatGPT*.
Big no-no in that world. https://t.co/a5NeclJPK5 w/ @jon_victor_ pic.twitter.com/YEZqEqpzPS
— Amir Efrati (@amir) March 29, 2023
La presentación de ChatGPT ha generado cierto temor en la competencia, ya que Google cuenta con el buscador más utilizado en todo el mundo. Sin embargo, Google ha negado rotundamente las acusaciones de Devlin, asegurando que Bard no está capacitado en ningún dato de ShareGPT o ChatGPT.
Si las acusaciones de Devlin resultan ser ciertas, Google podría enfrentar repercusiones y dañaría su ética y reputación. Por otro lado, la lucha por la IA sigue manifestándose entre varias empresas, y la competencia por desarrollar la mejor tecnología seguirá siendo una constante en el mercado.