El 4 de octubre, el parlamento Europeo aprobó una medida que implica el uso obligatorio de cargadores USB-C a partir del 2024. Esta medida entra en vigencia en países de la Unión Europea y busca reducir el impacto ambiental, apostando por un cargador universal. Algo a lo que Apple ha estado huyendo por años y ahora no tendrán mayor alternativa con sus próximos iPhones.
Ceder a la UE no le ha hecho ninguna gracia
Si bien es cierto que Apple implementó el estándar USB-C tanto en iPad como en las Mac, la compañía lo ha mantenido lejos de sus productos estrellas. Los iPhone siguen hasta los momentos el conector Lighning y nunca intentaron hacer un cambio oficial. Solo en una oportunidad, un ingeniero colocó un puerto USB C en un iPhone X y demostró que el experimento era posible.
Ahora Apple estará obligado a cumplir la ley para seguir manteniendo el mercado europeo, de modo que se espera el primer iPhone con puerto USB-C para el 2004. A través de una entrevista con Wall Street Journal, tanto Craig Federighi como Greg Joswiak dieron a entender que no están satisfechos. El motivo es que ellos siempre han apostado por sus propios estándares.
Pese a la defensa del cable Lihtning, ya dieron el paso de forma voluntaria con iPad y Mac. El paso de iPhone a un puerto USB C era justo la evolución natural, aunque solo ha sido por obligación de la UE y se desconoce si se extenderá al resto del mercado global. Lo vemos poco probable.